El océano influye en el clima, las formas de vida humana y marina y el medio ambiente en general. A este respecto, significa simplemente que los efectos de la contaminación de nuestros océanos pueden ser de gran alcance. El aumento de la contaminación oceánica está afectando continuamente la salud humana y, lo que es más importante, la supervivencia de la vida marina.
Dependiendo del grado de concentración de contaminantes y de la incidencia relativa de la contaminación, los resultados pueden ser muy desastrosos. Las diversas contaminaciones oceánicas están depreciando drásticamente el índice general de salud de los océanos y la continuidad de la vida marina. Sin embargo, los efectos pueden ser difíciles de determinar debido al tamaño del océano.
Aquí están algunos de los efectos principales científicamente probados de la contaminación del océano.
- Efectos de los materiales nocivos en las criaturas oceánicas
Las cargas de petróleo que se vierten en los océanos cada año afectan seriamente a las criaturas del océano. El petróleo puede tapar las branquias y las plumas de las criaturas del océano, lo que les dificulta moverse o volar sin restricciones. La presencia de materiales dañinos en los océanos también dificulta que las criaturas marinas mantengan su temperatura corporal, se reproduzcan y se alimenten.
Esto se debe a que los materiales envenenan a las criaturas cuando se ingieren y contaminan las zonas de desove y alimentación. Los impactos a largo plazo incluyen retraso en el crecimiento, daño a los órganos esenciales y al sistema reproductivo, cambios en el comportamiento e incluso la muerte.
- Impactos en la salud humana
Los contaminantes oceánicos contienen una variedad de sustancias tóxicas, especialmente metales pesados como el plomo y el mercurio. Cuando son ingeridos por criaturas marinas y luego consumidos por los humanos, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales. El consumo de mariscos envenenados por plomo y mercurio ha dado lugar a enfermedades que ponen en peligro la vida.
Por ejemplo, enfermedades como la hepatitis y el cáncer se han atribuido al consumo de mariscos envenenados por el plomo y el mercurio. Además, la ingestión indirecta de metales pesados está asociada con la alteración del sistema nervioso central en niños pequeños y fetos.
- Destrucción de los arrecifes de coral
Los arrecifes de coral son destruidos a un ritmo alarmante debido a los derrames de petróleo y otros nutrientes químicos. Los arrecifes añaden valor estético y proporcionan zonas de desove, alimentación y vivienda para numerosas criaturas marinas. Cuando se produce la contaminación del océano, se reducen los niveles de oxígeno y se reduce la penetración de la luz en el mar, lo que a su vez afecta a las criaturas marinas en las regiones de los arrecifes, lo que a su vez afecta a los ambientes de los arrecifes.
- Agotamiento del contenido de oxígeno disuelto
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La mayoría de los materiales de polvo que contaminan los océanos se asientan en el océano y permanecen allí durante años. A medida que los materiales se degradan, utilizan oxígeno que agota el contenido de oxígeno disuelto, afectando así las posibilidades de continuidad de la vida marina. Algunos contaminantes aumentan la concentración de nutrientes químicos, lo que afecta de manera similar la cantidad de oxígeno disuelto.
Como resultado, pone en peligro la vida de los animales y plantas marinas, reduciendo lentamente su número debido a la asfixia y a las muertes prematuras. Estos materiales también tardan mucho tiempo en descomponerse, lo que hace que los océanos se contaminen durante períodos relativamente largos, que van desde meses hasta cientos de años.
- Efectos sobre la alimentación, reproducción y desarrollo de las criaturas marinas
Dentro de los ambientes oceánicos, numerosos peces, tortugas, mamíferos y plantas dependen del oxígeno disuelto, las temperaturas marinas óptimas y los nutrientes saludables para sobrevivir. Estas condiciones deben estar en su estado natural.
Sin embargo, los materiales extraños y los desechos agrícolas e industriales alteran las condiciones oceánicas naturales debido a los diversos productos químicos tóxicos y a los elementos que contienen. Algunos de ellos se acumulan en los órganos vitales de las criaturas marinas, afectando su reproducción y desarrollo.
Los otros factores que acompañan a los contaminantes, como el aumento de la temperatura del agua, la acidez oceánica y la reducción del oxígeno disuelto, pueden crear zonas muertas o destruir los hábitats marinos, afectando así la alimentación, la vivienda y la reproducción.
- Alteración de la cadena alimentaria
Muchas criaturas marinas dependen de la cadena alimenticia natural para sobrevivir. Cuando los productos químicos y otros contaminantes son transportados a los océanos y consumidos por las criaturas marinas, interrumpen las relaciones interconectadas dentro de la cadena alimentaria.
Ocurre cuando los animales pequeños ingieren los elementos contaminantes, después de lo cual son consumidos por animales de mayor tamaño, afectando así a toda la cadena alimenticia natural. Las criaturas intoxicadas con sustancias como el plomo o el mercurio también pueden ser consumidas por los seres humanos, lo que provoca enfermedades como el cáncer, trastornos reproductivos e incluso muertes prematuras.
- Zonas muertas marinas y parches de basura
La creciente entrada de contaminantes en los océanos ha creado regiones muy ácidas, elevado la temperatura del agua, promovido el crecimiento de nutrientes químicos tóxicos y plantas, y conducido al agotamiento del oxígeno disuelto. Esto ha obligado a las criaturas marinas a desplazarse fuera de ciertas regiones e incluso ha destruido completamente sus zonas de residencia, creando así zonas muertas marinas.
También se han formado parches de basura en algunas áreas, especialmente hacia el Pacífico Norte, donde flotan plásticos y otros materiales flotantes de todo el mundo, construyendo un enorme vertedero de residuos.