La naturaleza finita de los combustibles fósiles, junto con los efectos nocivos que tienen sobre el medio ambiente, han llevado a los científicos a buscar todo tipo de fuentes de energía alternativas. Una de las fuentes más poco ortodoxas (pero potencialmente brillantes) que se ha aprovechado en cantidades cada vez mayores en toda Europa también ha llegado a Gran Bretaña; así es, es el poder de la caca.
Los seres humanos producen en promedio algo menos de medio kilo de excremento al día. En lugar de considerar esto simplemente como un desagradable producto de desecho, algunos inteligentes imbéciles han logrado utilizar el excremento como fuente de energía, aprovechando su poder para hacer funcionar un autobús de 40 plazas entre el Aeropuerto de Bristol y Bath.
El tramo de 20 millas puede cubrirse casi 10 veces con un tanque lleno de excrementos humanos y residuos de alimentos, reduciendo así el número de vehículos con motor de carbono y, al mismo tiempo, dando un buen uso a una sustancia que antes era inútil y antiestética.
¿Cómo Funciona?
Contenido
El autobús, apodado en broma «El número dos» por algunos de sus usuarios, funciona con un biogás llamado biometano. En las plantas de tratamiento cercanas, los residuos orgánicos (excrementos humanos y animales, restos de comida, etc.) se convierten en biometano a través de un proceso llamado digestión anaeróbica.
La clave está en el título: anaeróbico significa ausencia de oxígeno, y el biogás se procesa exactamente en ese tipo de entorno. La falta de oxígeno favorece la descomposición de la materia orgánica por microorganismos, dando como resultado un gas limpio y renovable. Para más información sobre esta fascinante alternativa a los combustibles fósiles, consulte el artículo: Biogás – Energía a tener en cuenta.
Aunque no se puede comparar con la generación de energía nuclear o de combustibles fósiles en su estado actual, la tecnología es cada vez más avanzada y eficiente.
¿Dónde más se utiliza el biogás?
Alemania es la potencia mundial en la producción de biogás, con hasta 9.000 plantas en el país, según un estudio realizado en noviembre de 2013 por IEA Bioenergy. Esto es más que el resto del mundo en su conjunto, en cierto modo; también son los líderes mundiales en la tecnología involucrada.
Actualmente hay 13 estados miembros de la Tarea 37, el proyecto creado por la AIE que busca crear conciencia sobre las posibilidades del biogás y proliferar su uso a escala mundial. En los Estados Unidos, existen en la actualidad unos 2.200 emplazamientos que producen biogás, según el American Biogas Council (ABC). Una de las más recientes de estas instalaciones es la planta de biogás Blue Mountain en el condado de Beaver, Utah. Esta planta utiliza estiércol de cerdo de los millones de cerdos de las 10 granjas que rodean la zona para convertirlo en aproximadamente 3,2Mw de energía.
Si estas tecnologías continúan mejorando tanto en eficiencia como en viabilidad financiera, es posible que hayamos encontrado un reemplazo poco probable para nuestra adicción a los combustibles fósiles.