IFP Energies nouvelles (IFPEN) y Ciel et Terre firmaron un acuerdo de I+D a finales de 2011 para desarrollar Hydrelio, el primer sistema de generación de energía solar flotante a gran escala del mundo. Diseñado por los equipos de I+D de Ciel et Terre, Hydrélio acaba de ser lanzado al mercado internacional, y los resultados ya son prometedores.
Esta asociación se creó en el marco de la política de apoyo tecnológico del IFPEN (Francia) para ayudar a las PYME a desarrollar sus innovaciones tecnológicas. Con este proyecto, el IFPEN ha aportado su experiencia científica en los campos de modelización de elementos finitos, modelización estructural y análisis del comportamiento de las líneas de amarre.
Este nuevo concepto de generación de energía solar flotante aborda los problemas de disponibilidad del suelo y los impactos paisajísticos a los que se enfrentan los proyectos de generación de energía solar a gran escala en tierra. Permite conservar terrenos que pueden destinarse a otros usos (agrícola, minero, turístico, urbanístico) y convertir los tramos de agua no utilizados en espacios dedicados a la producción de electricidad renovable (lagos de cantera, estanques de riego, lagunas de plantas de tratamiento de aguas, presas). Estos tramos de agua cubren áreas sustanciales. Las sinergias con el agua pueden incluso ir más allá, con beneficios secundarios como la preservación de los recursos hídricos al reducir la evaporación y evitar el crecimiento de algas.
El sistema modular Hydrélio está disponible en diferentes versiones y se puede utilizar para la construcción de centrales eléctricas de hasta 50 megavatios. El módulo básico consiste en dos flotadores de plástico HDPE moldeados por soplado: uno soporta el panel solar y el otro se utiliza como enlace y como acceso para el mantenimiento. Los flotadores se unen entre sí para formar islas solares, utilizando un sistema de pines de conexión ultrarresistente y fácil de ensamblar. La colaboración entre Ciel et Terre / IFPEN se centró en las tensiones mecánicas que sufre el sistema y, en particular, en las tensiones extremas a las que puede verse sometida una plataforma flotante como consecuencia del oleaje y de los fuertes vientos. Las pruebas, que están estructuradas para tener en cuenta los esfuerzos máximos relacionados con las condiciones climáticas extremas (ciclones, tifones), confirman la viabilidad del sistema para todos los climas durante más de 20 años.
