¿Por qué George Osborne está considerando la posibilidad de abolir el Impuesto Verde de la Coalición?

A principios de este mes, el Ministro de Hacienda George Osborne anunció su presupuesto de verano, el primero completamente conservador desde 1996. Contrariamente a los rumores generalizados en los medios de comunicación antes de su publicación, Osborne no hizo ninguna mención a las energías renovables ni a la reducción de las subvenciones a las industrias ecológicas. Sin embargo, esto no significa necesariamente que las energías renovables estén fuera de su alcance para siempre, sólo por ahora.

Mucho ruido y pocas nueces

Se temía que Osborne aprovechara la oportunidad de su primer presupuesto de verano para anunciar el abandono de los objetivos de impuestos verdes establecidos por el anterior gobierno de coalición y gestionados por los demócratas liberales en los últimos cuatro años.

Estos temores se debían en gran medida a los crecientes costes de subvencionar esta energía verde, que supuestamente podría costar a los hogares hasta 170 libras esterlinas al año en 2020. Este aumento en el gasto proyectado en la industria se debe a una variedad de factores, entre los que se encuentran el gran número de paneles solares que se han instalado en los hogares privados (mucho mayor de lo previsto), la inesperada productividad de los parques eólicos marinos y la caída de los precios de la energía en su conjunto.

Debido al inesperado y espectacular desempeño del sector de las energías renovables, el gobierno se ha visto obligado a subvencionar más de lo previsto. El resultado secundario de esto sería, según los conservadores y algunos miembros de los medios de comunicación, unos impuestos más elevados para el público.

Malas noticias para la billetera, grandes noticias para la Tierra

Si bien estos temores pueden seguir existiendo, es evidente que no son tan graves como los que han informado algunos medios de comunicación, dado que Osborne no ha recortado la inversión en energías verdes en su presupuesto de apertura.

De hecho, una de las únicas menciones que hizo al sector fue una muestra continua y poco destacable de apoyo por parte de los conservadores, afirmando que “seguirían promoviendo la inversión y la innovación con bajas emisiones de carbono”. La única frase ligeramente siniestra “políticas de la mejor relación calidad-precio” en relación con las energías renovables podría indicar que la industria verde no es segura indefinidamente, pero el discurso es ciertamente mucho más positivo de lo que algunos ambientalistas habían temido.

Sin embargo, no todo fueron buenas noticias. El sector de las energías renovables será eliminado de la lista de exenciones fiscales, lo que supone un golpe tanto para los consumidores como para las empresas que apoyan y emplean la tecnología ecológica. Además, Osborne señaló el continuo apoyo del Partido a los combustibles fósiles en el Reino Unido, así como la expansión de los planes de fractura y la inversión en la perforación en el Mar del Norte.

Mejor que Temido

En resumen, el presupuesto de verano no abandonó completamente los objetivos de impuestos verdes, como se temía antes del discurso de Osborne. De hecho, tal anuncio no habría sido coherente con la afirmación del gobierno de que están comprometidos a reducir significativamente los niveles de emisiones para el año 2020. Esta es una buena noticia, con las preocupaciones sobre nuestro medio ambiente y, en particular, sobre la contaminación de nuestro aire que crece día a día. Para más información sobre este tema y sobre los posibles medios para combatirlo, consulte el artículo Mejora de la calidad del aire y reducción de la contaminación relacionada con el transporte.

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