Las centrales eólicas y los parques solares son ahora parte integrante de una estrategia de gestión sostenible de la energía. El viento y el sol son fuentes de energía fiables: siempre habrá viento en la tierra, independientemente de si el movimiento del aire se convierte en electricidad o no. El sol también seguirá brillando como siempre, sin importar lo que suceda con la energía que suministra. Lo que realmente tenemos que preguntarnos es cómo podemos explotar estos tipos de energía renovable de la forma más eficaz posible. Los sensores de SICK desempeñan un papel importante para garantizar que las centrales eólicas y los parques solares funcionen de forma eficiente y, lo que es más, en condiciones climáticas muy difíciles.
Planta de energía eólica
Contenido
Las centrales eólicas generan energía cinética a partir del viento. En este caso, los sensores se encargan de ajustar con precisión los componentes individuales de la instalación de forma que el viento se pueda utilizar de la forma más eficaz posible y se genere la máxima cantidad de energía. Los sensores deben adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes y ser muy duraderos, ya que su sustitución a gran altura no es una tarea fácil y además es muy costosa. Las palas del rotor en los aerogeneradores deben ajustarse en función de la fuerza del viento, ya que esto permite a la planta alcanzar un nivel óptimo de eficiencia.
Este ajuste se realiza, por ejemplo, mediante encoders absolutos con barrido magnético de SICK. Para seguir la dirección del viento, los encoders colocan la góndola en la posición óptima. Esto evita que los vientos fuertes causen averías y los tiempos de inactividad que de ellas se derivan. La velocidad del rotor se puede medir con encoders incrementales. Controlan y monitorean la velocidad del rotor. Los encoders de SICK son muy resistentes a las condiciones meteorológicas y a las influencias eléctricas, y además no necesitan mantenimiento y son duraderos. El escaneo magnético, una carcasa robusta (grado de protección IP67) y la alta resistencia a golpes y vibraciones son ideales para cumplir los requisitos de uso en centrales eólicas terrestres y marinas. El hecho de que se hayan instalado más de 20.000 encoders SICK en plantas controladas por paso, ya sea para el ajuste de la inclinación, el control de guiñada o la monitorización de la velocidad, demuestra claramente la experiencia que la empresa ha desarrollado al trabajar en este sector durante más de 10 años. Con esta cartera, SICK satisface los requisitos del sector de la energía eólica en todos los aspectos: desde el asesoramiento y la ingeniería de aplicaciones hasta el funcionamiento continuo con tiempos de inactividad mínimos, SICK está presente en todos los procesos de desarrollo, producción y mantenimiento de la planta. Los clientes se benefician de soluciones basadas en aplicaciones que destacan por su eficiencia, sostenibilidad y seguridad de inversión.
Huerto solar
También en los parques solares el objetivo es aprovechar de forma óptima la energía que emite el sol. En este sentido, la mejor solución es la integración de seguidores, que alinean los campos solares para que puedan seguir al sol de forma óptima. Dos motores de posicionamiento alinean el campo solar a la posición vertical del sol y lo adaptan al movimiento horizontal del sol. Estos dos movimientos deben ser objeto de seguimiento.
La solución ideal para la detección del cambio angular de los campos solares se encuentra en los encoders incrementales DFS60 con eje hueco pasante. El sensor tiene una resolución muy alta, lo que permite un ajuste preciso de los campos solares. Para que los campos solares puedan absorber la mayor cantidad de radiación solar posible tanto en verano como en invierno, se ha incorporado el sensor de proximidad inductivo IME. Estos sensores permiten una limitación precisa y sin contacto del ángulo del eje del mecanismo de seguimiento. Se colocan de forma que los campos solares puedan recibir la máxima cantidad de luz solar a través de los seguidores, tanto en invierno como en verano. El ángulo de trabajo horizontal de los seguidores está limitado en cada posición final por un sensor IME y se extiende 240° de una posición a otra. Esto hace posible seguir el camino completo del sol cada día. En la actualidad, los campos solares giran en un ángulo de aproximadamente 120° en invierno y alrededor de 220° en verano. La necesidad de los sensores SICK surgió del deseo de utilizar el máximo movimiento de los seguidores y, al mismo tiempo, garantizar una ubicación exacta de la instalación solar. Este requisito se cumplió en todos los aspectos, y lo que es más, en condiciones ambientales a veces muy duras.