Un hábitat es un “suelo natal” o un entorno en el que normalmente vive u ocurre un organismo o grupo de especies. En este sentido, un hábitat es cualquier lugar particular que sustenta la vida animal o vegetal. Del hábitat es donde las plantas o los animales obtienen sus esenciales de supervivencia como el agua, el alimento, el refugio y las zonas de reproducción.
Diferentes especies de plantas o animales tienen diferentes necesidades de agua, refugio, anidación y alimento. Así, todas y cada una de las plantas o animales se adaptan para sobrevivir en un tipo específico de hábitat. Por ejemplo, algunas tortugas viven en el mar mientras que otras viven en tierra firme. Algunas plantas crecen en los desiertos, otras en los mares y otras en zonas pantanosas. Esto muestra que las diferentes especies tienen diferentes necesidades. Ejemplos de hábitats incluyen océanos, arroyos o bosques.
Según Wikipedia.
“Un hábitat es un área ecológica o ambiental que está habitada por una especie particular de animal, planta u otro tipo de organismo. El término se refiere típicamente a la zona en la que vive el organismo y donde puede encontrar alimento, refugio, protección y pareja para la reproducción, utilizando las cualidades que la especie ha adaptado para sobrevivir dentro de la ecología del hábitat. Es el ambiente natural en el que vive un organismo, o el ambiente físico que rodea a la población de una especie”.
Razones de la pérdida y destrucción del hábitat
Contenido
Cuando un hábitat es dramáticamente alterado debido a actividades naturales o antropogénicas como terremotos, agricultura, contaminación o exploración petrolera, es posible que estos lugares ya no sean capaces de proporcionar refugio, alimento, agua o zonas de reproducción para los organismos vivos.
Este tipo de eventos disminuye los lugares donde las plantas o los animales, como la vida silvestre, pueden vivir y amenaza la supervivencia de varias especies. Ese tipo de degradación o fragmentación del hábitat es lo que se denomina pérdida y destrucción del hábitat. La pérdida y destrucción del hábitat están influenciadas por varios factores, entre los que se incluyen:
- Agricultura
La producción agrícola ha ocupado mucho espacio en el hábitat natural desde que los colonos comenzaron a convertir bosques y praderas en tierras de cultivo. En el mundo moderno, la presión para convertir las tierras en áreas de recursos para la producción de alimentos y cultivos a precios razonables ha llevado cada vez más a la pérdida de hábitat.
La escorrentía de desechos agrícolas, fertilizantes y pesticidas en ambientes marinos y de agua dulce también ha transformado los arroyos y los sistemas de agua. Como resultado, ha habido una tremenda pérdida de especies de cultivos naturales, vida acuática y hábitat de vida silvestre.
- Contaminación por desechos animales, aguas residuales, fertilizantes y desechos mineros
Las formas de vida marinas y de agua dulce son las más afectadas por la contaminación. Los contaminantes de los desechos animales, las aguas residuales no tratadas, los fertilizantes, los pesticidas y los metales pesados se introducen en los humedales y los sistemas de agua y, posteriormente, terminan en la red alimentaria.
Los desechos animales y los fertilizantes generan nutrientes que causan un estallido en el crecimiento de algas que agota el oxígeno disuelto en los sistemas acuáticos. Los residuos de la minería también pueden contener metales pesados que afectan a la salud y a la reproducción de organismos acuáticos. Los sedimentos de las aguas residuales pueden destruir las zonas de residencia de los animales acuáticos.
- Contaminación industrial y automovilística
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La mayoría de los hábitats de animales y plantas han sido destruidos debido a las sustancias tóxicas y químicos emitidos por las industrias y los automóviles que plantean impactos acumulativos a largo plazo en la salud de la especie. Las regiones gravemente contaminadas se han convertido en zonas muertas ya que las condiciones se han vuelto muy duras para la supervivencia biótica. Un buen ejemplo es un lago ácido que no puede soportar formas de vida acuática. En algunas zonas, sólo unos pocos organismos pueden sobrevivir debido a los efectos acumulativos de la contaminación industrial y automovilística.
- Proyectos de agua
El desarrollo de proyectos de agua, tales como plantas hidroeléctricas, construcción de presas y desvío de agua, con frecuencia desconectan o extraen el agua, alterando así la química y la hidrología del agua. Esto se debe a que estos proyectos de agua limitan la cantidad de agua y nutrientes que fluyen río abajo.
La sección aguas abajo del río puede secarse y los nutrientes que sostienen la vida acuática pueden reducirse significativamente. Como resultado, la pérdida gradual de hábitat ocurre a medida que el agua fluye río abajo.
- Uso y desarrollo de la tierra
La conversión de terrenos en entornos urbanos, urbanizaciones, oficinas, centros comerciales, polígonos industriales, zonas de aparcamiento, redes viales, etc., se lleva la tierra natural que proporcionó hábitat a la fauna y flora y a otros organismos vivos. Esta práctica ha llevado sustancialmente a la pérdida y destrucción de millones de acres de ambientes naturales habitables.
- Calentamiento global
El calentamiento global es una de las principales causas recientes de pérdida de hábitat, ya que cambia los factores físicos ambientales como la temperatura y la humedad, que son esenciales para un hábitat sostenible.
Por ejemplo, la vida silvestre que requiere temperaturas frescas a grandes alturas, como el conejo de roca y los gorilas de montaña, podría en un futuro próximo quedarse sin hábitat debido al calentamiento global. Las lluvias excesivas, las inundaciones o las sequías causadas por el calentamiento global también han afectado a varios hábitats, contribuyendo a la pérdida de vida silvestre y de otros organismos vivos.
- Pérdida de diversidad y especies invasoras
Cuando un determinado ecosistema que alberga a numerosas especies se derrumba, pueden entrar en el territorio especies más agresivas. A medida que las especies originales luchan por sobrevivir en un medio ambiente más duro, las especies invasoras contribuyen a una mayor y rápida disminución del hábitat y, posteriormente, dominan.
La entrada explosiva de especies invasoras en un hábitat representa una fuerte amenaza para las especies nativas que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más cambiante. Las especies invasoras compiten directamente por el alimento con las especies nativas y también pueden alterar la estructura del hábitat.
- Remoción de vegetación y tala
La remoción de la vegetación y la tala de árboles destruyen la estructura del hábitat, ya que se lleva los materiales vitales y los sistemas naturales responsables de reponer y purificar el hábitat. La eliminación de la cubierta vegetal y la tala de árboles también crea espacio para la erosión del suelo y reduce la infiltración de aguas pluviales, lo que conduce a la degradación de la calidad del agua, destruyendo aún más el hábitat.
- Dragado y pesca de arrastre de fondo
El dragado y la pesca de arrastre de fondo provocan la destrucción física de las zonas de vivienda, alimentación y cría de plantas y animales acuáticos. Los sedimentos desplazados pueden asfixiar aún más a los organismos que habitan en el fondo. Las branquias de los peces también pueden bloquearse con los sedimentos y la actividad de las plantas se reduce debido a la luz limitada.
El dragado también podría liberar materiales tóxicos subterráneos en hábitats acuáticos. Además, la pesca de arrastre de fondo puede capturar peces no comercializables, lo que resulta ser el alimento para otros peces más grandes en ese hábitat submarino en particular.