Haciendo los Platos a Mano – 6 de The Biggest Water-Wasters
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El agua es algo que tiene un valor diferente en cualquier lugar del planeta. En zonas de la tierra compuestas en gran parte de desierto, se considera cada vez más como una mercancía valiosa. En otros lugares, sin embargo, es considerado como un recurso abundante que siempre aparecerá a la vuelta rápida de un grifo.
Esta última actitud es algo que debe cambiar rápidamente. Para 2030, se estima que la mitad de la población mundial podría estar viviendo en zonas clasificadas como de alto estrés hídrico. No es de extrañar si se tiene en cuenta que el promedio de los seres humanos en el mundo desarrollado es de 747 galones por día. Con el auge de la población mundial, esa es una cifra que no es sostenible.
Entonces, ¿cómo reducimos el uso del agua? Bueno, hemos elaborado una lista de seis maneras en las que puede empezar a reducir la cantidad de agua que desperdicia hoy en día. Algunos son pequeños cambios, pero todos marcarán una gran diferencia para que el futuro de nuestro planeta avance.
1. Cómo preparar los platos a mano
La mayoría de los grifos en el mundo desarrollado son capaces de suministrar entre dos y cinco galones de agua por minuto. Dejar el grifo abierto mientras lava la ropa puede, por lo tanto, hacer que use tanta agua como un lavavajillas después de sólo dos minutos. Lavar los platos a mano usa un promedio de 14 galones de agua, pero si esos platos también se enjuagan, esa cifra puede alcanzar hasta 33 galones. Para poner eso en algún contexto, el estadounidense promedio usa 17.2 galones de agua cada vez que se duchan.
La solución: un lavavajillas. Una máquina moderna raramente usa más de 10 galones de agua por carga. Cuando usted piensa en la cantidad de cubiertos, tazones y platos que puede lavar de una sola vez, los ahorros se vuelven sustanciales.
2. Fijación del grifo de goteo
¿Alguna vez ha tenido una molesta fuga de agua en su casa? El sonido constante del goteo es suficiente para volver loca a cualquier persona cuerda. Sin embargo, a pesar de ello, rara vez se considera prioritario reparar un grifo con fugas.
Un servicio de plomería en Carolina del Norte ha hecho los cálculos y descubrió que un goteo promedio en el grifo podría estar desperdiciando alrededor de 347 galones al año. Si se multiplica esa cifra por siete mil millones, de repente queda muy claro por qué el mundo podría estar quedándose sin agua dulce.
La solución: reparar los grifos con fugas lo antes posible. Cuanto más tiempo lo deje, más agua – y dinero – desperdiciará.
3. Lavar el auto en casa
Afrontémoslo – la mayoría de nosotros escogemos lavar nuestros vehículos en casa porque pensamos que será más barato que ir al lavadero de autos. Un estudio de Kaady Car Washes, sin embargo, ha demostrado que la teoría podría estar equivocada en algunos aspectos. Usando una manguera para lavar su vehículo puede ver que pasa por 80 a 140 galones de agua. Un lavado de autos, por otro lado, sólo usa de 30 a 45 galones.
Las estadísticas de la compañía de ingeniería de construcción Colas muestran que el precio por galón de agua en los Estados Unidos es de aproximadamente $0.005 por galón. Por lo tanto, si usted es alguien que lava su auto en casa todos los fines de semana, es probable que gaste alrededor de $3 al mes por el placer de hacerlo.
La solución: un lavadero de coches. Los lavaderos de coches profesionales reciclan las aguas residuales. A menudo se envía a las plantas de tratamiento para ayudar a prevenir la contaminación del medio ambiente. Sin embargo, las aguas residuales de los lavaderos de autos en el hogar se pierden en los desagües o contaminan el suelo.
4. Riego del jardín con aspersores
Mantener el jardín con su mejor aspecto nunca es fácil durante los meses de verano. Una ola de calor repentina puede convertir un césped verde y delicioso en una tierra estéril en cuestión de semanas si no se riega.
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Una solución a la que recurren muchos en todo el mundo son los aspersores de jardín. Son razonablemente económicos, fáciles de instalar y le ahorran una cantidad incalculable de tiempo de riego. Sin embargo, existe preocupación por la cantidad de agua que utilizan. En ciertas áreas de California, por ejemplo, la ley sólo permite el uso de rociadores una vez a la semana. Es algo comprensible considerando que un sistema de rociadores promedio utiliza alrededor de 265 galones por hora. En términos más humanos, son aproximadamente tres y media bañeras de agua.
La Solución: Desafortunadamente, no todos tenemos tiempo para regar nuestros jardines, por lo que los aspersores siguen teniendo un propósito importante. Un buen consejo para evitar el uso excesivo es colocarlos de manera que se apaguen a primera hora de la mañana o a última hora de la noche. Esto ayuda a garantizar que el agua no se evapore debido a las temperaturas cálidas.
5. Hacer biocombustibles
Aunque los biocombustibles suelen ser una forma de producción de energía respetuosa con el medio ambiente, tienen un inconveniente importante: requieren mucha agua. Las centrales eléctricas que producen biocombustibles suelen utilizar muchos más galones de agua en comparación con los combustibles fósiles que emiten dióxido de carbono. Tomemos como ejemplo el etanol de maíz. La Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos estima que el proceso de producción de menos de un galón de etanol de maíz requiere 170 galones de agua. Eso es mala matemática en los libros de cualquiera.
La solución: utilizar más residuos sostenibles y energía eléctrica renovable ayudará a mantener los vehículos, la maquinaria y la tecnología del mundo en movimiento de una manera más ecológica.
6. Beber cerveza
El primer sorbo de una cerveza helada es un simple placer de la vida. Uno pensaría que un sabor tan refrescante sería algo que ayuda a mantenerte hidratado, pero la verdad es exactamente lo contrario.
Todo el alcohol actúa como un supresor de la hormona yasopresina, la cual es responsable de que los riñones sepan cuándo y cuándo no deben absorber y retener el agua. Como el alcohol también es un diurético, significa que ir al baño se convierte en una ocurrencia frecuente en una salida nocturna. Cuando estos dos factores se combinan, su cuerpo está esencialmente tirando agua. El resultado final de sentirse deshidratado es una de las principales causas de una cabeza adolorida a la mañana siguiente.
La solución: si el sabor de la cerveza es algo a lo que no estás dispuesto a renunciar, piensa en probar una versión sin alcohol.