La Universidad de Stanford otorga $7.6 millones para investigación en energía avanzada

Seis equipos de investigación se han beneficiado de importantes subvenciones de la Universidad de Stanford como parte de su Proyecto Global de Clima y Energía, cuyo objetivo es ampliar los conocimientos sobre las formas de generación de energía en auge.

Se ha concedido un total de 7,6 millones de dólares a seis equipos, tanto en la propia Stanford como en otras tres universidades. La inversión se concede con el objetivo específico de intentar mejorar las formas alternativas de energía en el mundo en desarrollo.

Inversión continua

Desde el del proyecto en 2002, la Universidad de Stanford ha otorgado un total de más de 177 millones de dólares en subvenciones de energía. En esta ocasión, el dinero se destinará a cuatro proyectos internos y dos investigaciones realizadas por otras universidades.

“Los cuatro proyectos de Stanford que financiaron este ciclo podrían tener un impacto significativo en el desarrollo futuro de la energía solar, los combustibles limpios y la industria automotriz”, explicó Sally Benson, Directora del GCEP. “También hemos financiado dos proyectos especiales fuera de Stanford que podrían llevar al despliegue a gran escala de tecnologías solares y de biocombustibles en países en desarrollo de todo el mundo”.

Las seis áreas de investigación que se beneficiarán de las becas son las siguientes:

  • Estructura ligera para vehículos de transporte

El investigador jefe Reinhold Dauskardt intentará reducir el peso de los vehículos y mejorar su diseño aerodinámico mediante el uso de sustancias poliméricas ligeras. Estos se crearán a través de un proceso de acristalamiento único, cuyo objetivo es ahorrar energía a largo plazo.

  • Mejora de la eficiencia de las células fotovoltaicas

Una colaboración entre el Departamento de Materiales, Ciencia e Ingeniería y el Departamento de Ingeniería Eléctrica busca convertir el calor como subproducto en luz infrarroja, la cual puede ser transformada en energía limpia y utilizable. Para más información sobre el funcionamiento de las células fotovoltaicas, consulte el artículo ¿Cómo funcionan los huertos solares?

  • Producción de productos químicos y combustibles a partir de dióxido de carbono

La Ingeniería Química, Civil y Medioambiental se unen para tratar de utilizar electrocatalizadores para alimentar a los microorganismos con una corriente constante de monóxido de carbono, dióxido de carbono e hidrógeno en la creación de biocombustibles.

  • Hidrogenación de dióxido de carbono catalizado por carbono en la creación de biocombustibles

Adoptando un enfoque más químico en el tema de la creación de biocombustibles, este proyecto pretende sustituir los disolventes tradicionales y los catalizadores metálicos utilizados en la conversión del dióxido de carbono en agua por las sales carbonatadas que se encuentran en abundancia en la Tierra.

  • Electrodeposición de uniones p-n de silicio para lograr una generación fotovoltaica asequible

Una empresa conjunta del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Texas busca hacer que la energía solar fotovoltaica sea más asequible en los países en desarrollo mediante métodos baratos de producción de células solares de silicio cristalino.

  • Investigar el papel de las algas en la creación de biocombustibles y la reducción de las emisiones de carbono

Investigadores de la Universidad de Rutgers analizarán cómo ciertas cepas de algas pueden ser capaces de metabolizar el dióxido de carbono emitido por las chimeneas industriales y ayudar en su conversión en biocombustible utilizable. Esto no sólo podría reducir las emisiones, sino también proporcionar una valiosa fuente de energía, como se explica en este esclarecedor artículo.

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